Claves para interpretar el conflicto palestino-israelí.
Tras semanas de conflicto a flor de piel, que seguimos de cerca desde el Colectivo, este lunes 30 Houssien El Ouariachi nos ha expuesto la realidad del conflicto palestino-israelí lanzando una mirada profunda a su historia, su génesis y su actualidad desde la perspectiva de la noviolencia. Junto con los cerca de 50 asistentes nos hemos preguntado qué podemos hacer al respecto. La videoconfencia está disponible en Youtube vídeo y music:
https://www.youtube.com/watch?v=DS2jFy3R53g
https://music.youtube.com/watch?v=Kca97zDOGIg&list=MLPT
Estas son las ideas que hemos aportado entre todas:
1. Establecer el marco de la verdad. En este sentido hemos de conocer la historia y pedir justicia, el respeto del derecho internacional y las resoluciones de la ONU. Hemos de señalar los intereses económicos y geoestratégicos que intervienen y los intentos de manipulación de la población a través de los medios de comunicación. Denunciar los ataques contra los derechos humanos sea quien sea quien los cometa. Hemos de ser conscientes de lo mucho que nos afecta y de la dimensión mundial que el conflicto está en peligro de adquirir.
2. Poner a las víctimas en el centro. Devolver el nombre y visibilizar el valor de cada ser humano, superando odios y desprecios y desmontando las estrategias deshumanizadoras del opresor, frecuentemente en forma de etiquetas despersonalizadoras. Conectar, empatizar con las personas, con los que sufren, siempre únicos y nunca son reducibles a una cantidad o a un número.
3. Apoyar iniciativas noviolentas, como el BDS: «boicot, sanciones, desinversión contra el colonianismo sionista», «para que Israel cumpla con el derecho internacional». https://bdsmovement.net/es y https://boicotisrael.net.
4. Presionar a nuestros gobiernos colaboracionistas. Nuestra Europa sigue bajo el mandato de los EE.UU. y calla ante el genocidio. La Comunidad de Madrid condecora a Israel. Líderes europeos visitan y muestran su apoyo al opresor, mientras oprime hasta la muerte al pueblo que legítimamente quiere vivir en su tierra. Un sólo gobierno que se plante con firmeza puede parar una guerra, como hizo Egipto en 2012.
5. Vigilar nuestras ambiciones y prejuicios y poner la mirada y el corazón en las personas. Porque Israel se mueve desde una ambición y una ideología de la que nosotros, que vivimos en un mundo capitalista y explotador, a veces también nos contagiamos. Desde nuestra paz interior podemos unirnos a otros cercanos y generar una ola de noviolencia que llegue hasta allí y logre la paz en el conflicto.
6. Desmontar el relato del opresor:
a) Visibilizar, escuchar (y apoyar) a las comunidades cristianas de Palestina.
b) Dar voz a los movimientos noviolentos en Palestina y en Israel (y en el mundo).
c) Desvincular a Hamás del terrorismo islámico. Es un movimiento de liberación nacional; nunca a atacado a nadie fuera del territorio palestino-israelí. El pueblo palestino tiene derecho a defenderse -aunque desde la noviolencia no compartimos la vía armada-, y Hamás fue elegido en unas elecciones democráticas, aunque ha cometido atrocidades indudables que denunciamos.
d) Desvincular el conflicto palestino-israelí del holocausto y el antisemitismo europeos. Lo que Europa hizo mal en el pasado no lo puede pagar el pueblo palestino, que vive legítimamente en su tierra e históricamente ha sido acogedor con los judíos.
Tres referencias mencionadas y recomendadas:
Pappé, Ilan. La limpieza étnica de Palestina. Barcelona: Crítica, 2008.
Rabkin, Yakob. En nombre de la Torá. Una historia de la oposición judía al sionismo. Buenos Aires. Martínez Roca Editores. 2008.
Página web de soldados veteranos israelíes: https://www.breakingthesilence.org.il/