¡La guerra empieza aquí, parémosla aquí!
El pasado sábado 28 de diciembre, día de las víctimas inocentes, un grupo de 15 personas convocadas por el grupo de acción del Colectivo Noviolencia, recorrieron los 130 kilómetros que separan el puerto de Santander de la fábrica de armas de la empresa MAXAM-EXPAL en Quintanilla de Sobresierra, a 27 kilómetros de la capital burgalesa.
La salida tuvo lugar a las 3:30 de la madrugada, pasando el Puerto del Escudo a las 9:45 de la mañana y llegando a destino a las 16:55 de la tarde tras algunas suplencias sobrevenidas por lesiones de última hora. Los relevistas alternaron tramos de 5 a 15 kilómetros en puntos predeterminados priorizando la seguridad (espacios cómodos para el vehículo de apoyo y buena visivilidad).
A la convocatoria se sumaron los grupos que trabajan desde hace años contra la fabricación y exportación de armas en Burgos (»¡La guerra empieza aquí, parémosla aquí!»), la Plataforma »Burgos con las personas refugiadas», »Pasaje Seguro» de Cantabria y Jai Jagat España.
Desde Burgos capital, también realizaron el trayecto por relevos tras una concentración frente a Delegación de Gobierno. Estos esperaron la llegada del último relevo cántabro para, juntas, cortar la carretera de entrada a la fábrica de armas junto con la treintena de personas que acudieron directamente para ello.
A la llegada, los relevistas burgaleses fueron identificados por la Guardia Civil. De igual modo, en plena carretera nacional, a 7 km. de llegar a la fábrica, la Guardia Civil dio el alto a los corredores cántabros, solicitando explicaciones sobre los detalles de la acción y procediendo a la identificación de todos los corredores sin explicación ni justificación de dicha necesidad. Cabe mencionar que toda la acción, a todos los niveles, se llevo a cabo cumpliendo con toda legalidad existente.
Finalmente, todas las personas unidas, custodiados por la Guardia Civil, cortaron la carretera de entrada a la fábrica de armas, simbolizando el fin de la producción de armas, del comercio de armas y de la guerra. La puerta a su vez se encontraba cerrada y bloqueada por vehículos de la seguridad privada de la empresa y por personal de la misma.
Con la lectura del manifiesto y despidiéndose del personas de seguridad y de la Guardia Civil, la acción acabó con un caldo compartido.
El futuro está entre la noviolencia, o la no-existencia.
Video resumen: