La resistencia civil palestina a la ocupación sionista
En esta entrada resumimos la interesante charla que hemos tenido con Jesús Castañar, estudioso apasionado de la noviolencia, músico, licenciado en sociología y doctor en investigación histórica por la UCL, presentando su último libro, de candente actualidad y muy reciente publicación.
http://www.jesuscastanar.zamarrismo.net/
Teoría e historia de la revolución noviolenta (Akal, 2013). Ver en tienda.
Las dinámicas de la resistencia civil (Castellón Digital, 2016). Ver en tienda.
El movimiento de resistencia indígena en el Cauca colombiano (Revolussia, 2018). Ver en tienda.
La resistencia civil palestina a la ocupación sionista (Castellón Digital, 2018). Ver en tienda.
También en versión pódcast: https://www.youtube.com/playlist?list=PLn_Hn95eVWtgENM6wobw2T9jGZtSR5kFJ
Celebramos poder conocer de primera mano cómo personas y grupos en Palestina están viviendo la noviolencia. Ellas son un ejemplo de cómo las bombas y las armas no son el único camino; son un testimonio vivo del camino de la noviolencia, camino posible hacia un futuro de paz y fraternidad para todas, en este caso para israelíes y palestinas.
El libro -nos dice Jesús Castañar- es un libro de historia. Trata de la historia de la resistencia civil palestina a la ocupación sionista. Es el fruto de dos proyectos que el autor tenía en marcha desde una visita a Palestina con el MOOC en 2004: Crónicas del apartheid y el estudio de este tema que le quedó pendiente en la elaboración de su tesis doctoral. La lectura del libro de Wendy Perlman Violence, nonviolence, and the palestinian national movement (2011), le parece especialmente inspiradora: hay en el conflicto palestino-israelí fases predominantemente más noviolentas y otras quizás más violentas. La situación y las dificultades de organización en tales circunstancias y a lo largo de tantos años a veces llevan a un aumento de actos de resistencia violentos. Este estudio trata de poner de relieve toda la lucha noviolenta
Estudiosos judíos han documentado ampliamente la historia del conflicto, su trasfondo y su financiación. Castañar destaca la obra de Shlomo Sand: De como fue inventado el pueblo judío, de la Biblia al sionismo (2008). En él Sand muestra que el pueblo judío es en realidad una construcción artificial: no existe un linaje real científicamente contrastado, ni se dio una diáspora real en tiempo romano. Muchos judíos, descendencia de los judíos del S.I, se convirtieron al cristianismo y luego al Islam a lo largo de los siglos. El pueblo judío actual es el fruto de la unión de muchos orígenes étnicos. Illan Pape, Beni Morris, Norman Flickering, Noah Comsky y otros autores son también referencias obligadas en esta cuestión. El libro incorpora muchas de estas aportaciones, resultando un libro de análisis, explicativo y divulgativo.
Para empezar, Jesús realiza un recorrido histórico por el territorio en cuestión, el antisemitismo (por cuestiones fundamentalmente nacionalistas) y el sionismo. Éste, el sionismo, es fruto de ideologías cristianas, de algunos judíos y de intereses económicos y geoestratégicos.
Desde el S.XIX hay anuncios de una voluntad de conquistar la tierra palestina. En 1904 comienzan ya notables migraciones de judíos a Palestina, aún bajo dominio otomano. Nacen las milicias judías a partir de grupos militares de la I Guerra Mundial. Luego, bajo el mandato británico, varios sionistas reciben peso político. Sionistas van adquiriendo tierras, rehusando la convivencia con los musulmanes, con intención explícita de dominar totalmente este territorio. Aquí se difunde el falso mito de la “tierra vacía”. En 1930 el 30% de la población ya es judía.
La reacción palestina, las intifadas, consiste inicialmente sobre todo en manifestaciones y huelgas, destacando la huelga general de seis meses en 1936, con el apoyo de los países árabes del entorno. También en estos años se crean los primeros grupos armados palestinos. Igualmente se crean nuevos grupos armados sionistas.
Durante un tiempo se limita la inmigración sionista, pero los sionistas atacan a británicos y palestinos mediante atentados durante años, especialmente los atentados de 1944. La resolución de la ONU de 1947 es en realidad un intento de solución para una guerra civil de facto. Quiere pacificar la zona, y para ello propone inicialmente crear un sólo estado multiconfesional, pero los sionistas, que con sus ataques amenzaban con limpieza étnica, rechazan el plan y fuerzan la propuesta de los dos estados, para tener un estado judío sin convivencia con la población árabe. La guerra sucesiva, en ocasiones utilizada como excusa para la violencia judía, en realidad no fue tal. Se sucedieron los ataques sionistas, con 13000 muertos en un año, el 48. Aquí se crea Israel, y todos los países del entorno se reparten el resto del territorio de Palestina. Enseguida se suceden golpes de estado por los que cambian los gobiernos y se desarrolla la idea de un estado pasestino árabe. También tiene bastante peso, por momentos, que Palestina forme parte de Siria por proximidad cultural. Pero, de hecho, aquí nace el nacionalismo palestino, con importante apoyo comunista.
Se crea la idea de resistencia. Dentro del predominio de la respuesta violenta, a partir de 1987, con la Primera Intifada, hay un gran ciclo de resistencia noviolenta con gran organización: huelgas, no-colaboración y manifestaciones. Destacan en ella algunos líderes. El proceso de Oslo es el fruto, que consigue la apuesta internacional de un estado propio palestino.
Sin embargo, el proceso de ocupación por parte de los judíos sionistas prosiguió, e Israel, para no depender de población palestina que pudiera boicotear su economía, hizo llamamientos a nuevos colonos, cada vez de mentalidad más radical, generando nuevas colonias ilegales y cada vez con más peso en el gobierno israelí.
Ante el fraude israelí tras Oslo, los palestinos desarrollaron la Segunda Intifada. Ariel Sharon manifesta abiertamente su intención de practicar un apartheid. Aunque la Segunda Intifada teóricamente acabó en 2005, las movilizaciones pacíficas continuaron en distintos lugares, recibiendo apoyos internacionales y también de pacifistas judíos. Bilín se convirtió en modelo para otros procesos. La muerte de uno de sus líderes desencadenó una desarrollo violento de este movimiento.
La resistencia noviolencia supone para muchos palestinos un motivo para unirse y para vivir. Llegó también a Gaza, que se quedó aislada. Hamás, un movimiento islamista de resistencia armada, también ha ido ganando en protagonismo; islamista, sí, pero de resistencia frente a la ocupación, no equiparable a otros grupos armados islamistas en otros lugares del mundo. Al descubrirse la existencia de hidrocarburos en 2011 los ataques israelíes se intensificaron. El ataque de Hamás en octubre se plantea sobre todo -así lo afirma esta organización- contra militares y para cautivar rehenes en vistas a la liberación de los miles de palestinos presos, no pocos niños. Los muertos en el concierto y en algunos kibutz han sido reconocidos por Israel como autoría suya. Muchas noticias de violaciones y asesinatos fueron falsas, una maniobra de manipulación, algunas luego desmentidas, pero generando una premeditada reacción de odio. La respuesta israelí es de sobra conocida, con 27000 muertos hasta la fecha.
Actualmente el sionismo ha derivado en un plan de control de todo el Oriente Medio, tanto por parte de Israel como por parte de EE.UU. de manera indirecta. Los intereses en materias primas (los hidrocarburos gazatíes) y los intereses armamentísticos estaodounidenses alimentan el conflicto, al igual que la lucha de poder geoestratégico y por conseguir fuentes de recursos a medio plazo.
La narrativa del antisemitismo es irreal hoy en día -véase EE.UU. y Europa-, incluso en el pasado se debió más a los nacionalismos que a cuestiones religiosas. Esta narrativa presenta a Israel como víctima y trata de justificar su violencia y su expansión totalitaria. La “solución” de los dos estados, defendida por algunos agentes internacionales, se muestra hoy en día inviable, ya que Israel se cierra totalmente a esta posibilidad y a toda forma de convivencia.
En Israel hay también muchos movimientos pacifistas, con una gran variedad de posturas. Por ejemplo, hay militares que se niegan a actuar fuera de los territorios de Israel; otros se niegan radicalmente al uso de las armas. Mujeres de negro están desarrollando una lucha pacífica durante décadas. Sin embargo estos movimiento son actualmente silenciados.
Actualmente la resistencia noviolenta en Gaza no ha lugar, en medio de los asesinatos indiscriminados por parte de Israel. Es el momento de la presión internacional, de fortalecer redes y de desarrollar iniciativas exitosas que presionen a los líderes políticos. La campaña del BDS está siendo importante, quizás la mayor referencia a la hora de organizar movilizaciones en España. Esta campaña de boicot funcionó en Sudáfrica y parece una línea eficaz a seguir. Desmontar la falsa narrativa sionista y comunicar la verdad es otra línea a seguir. La guerra -una III Guerra Mundial- no es la solución a la crisis global, con sus múltiples aspectos. El camino va a ser largo.
¿Cómo encajar desde la noviolencia el ejercicio de la defensa armada que un pueblo largamente explotado puede decidir ejercer, dentro de un derecho que es internacionalmente reconocido? Jesús, apoyándose en la experiencia de la Guerra Civil Española y en la posición gandhiana, apuesta primero por la defensa, la unidad y la respuesta desde la dignidad del pueblo explotado. La violencia de éste, si la hay, es netamente diferente a la violencia del opresor. A partir de la conciencia, la unidad y la reacción del oprimido, podemos ir alimentando una reflexión que muestre el camino de la noviolencia como respuesta superior a la violenta y lleve a su puesta en práctica cada vez más predominante y victoriosa en el conflicto.
Acabamos uniéndonos al sufrimiento palestino con un poema palestino que el propio Jesús Castañar incluye en su libro.